DISERTACIONES SOBRE EL PORRO PELAYERO
El porro es originalmente percusión primitiva y nostalgia cantada… En un
momento impreciso se le suma la gaita y el pito atravesado y nace el
“porro mestizo” y esa materia prima es tomada por las bandas… Por eso
hay una frase que resume muy bien ese periplo: el porro pelayero de los
tambores y las gaitas a las bandas de vientos y de allí a las
orquestas”.
“Cuando apareció la banda de viento la brillantez de los instrumentos… desalojaron a aquellos grupos musicales de limitada interpretación melódica. El compositor pelayero debió aprender a estructurar su música popular. No abandonó los viejos aires musicales, los acogió, los arregló y, teniendo en cuenta la multiplicidad de los instrumentos de la banda, creó por así decirlo, un nuevo porro con estructura dinámica que llamó porro palitiao.
Según estas dos afirmaciones, se puede inferir sin mas anécdotas, que las primeras” tocadas” o ejecuciones instrumentales de los porros fueron hechas por los grupos de gaitas. Esa fue la transición instrumental que se dio a finales del siglo XIX y principios del XX. Ese proceso, por mucho que se diga, en artículos y revistas, o en charlas sobre el folclor pelayero, no pudo haberla hecho un guitarrista con una formación musical distinta a la que se había forjado en San Pelayo. El porro pelayero no tiene su inspiración en la guitarra, ni en los ritmos Andinos; así nos lo dice el mismo porro en su naturaleza de ser. Hecho este corroborado, hoy día, por los grandes maestros académicos y músicos especializados en la temática. Esta transición, también contó con unos grandes intérpretes y genios compositores hijos nativos de San Pelayo. Dentro de esos músicos pioneros encontramos al Primo Paternina, quien ejecutó de una manera brillante el cornetín desde la edad de los trece (13) años. El articulaba las notas , dándole un sonido correspondiente mediante el ”picado de lengua”, como lo dice José Dolores Zarante (1933) , es decir, que movía la lengua para el “ picado”, “el doble picado”, “ligar” y “tremolar”. Así mismo lo hacía el Primo con la punta de la lengua pero, con el ritmo y la melodía en la cabeza, cuando le sacaba las mejores figuras musicales al cornetín para ejecutar el porro, el fandango o cualquier otro ritmo musical que por esa época se tocaba. Eso fue aprendido por él, de sus maestros de música Miguel Coneo y Manuel Zamora, radicados en Lorica y quienes llegaron a San Pelayo en 1905 y 1906 respectivamente, por petición que un grupo de jóvenes pelayeros les habían hecho para que les organizara una banda de música; ese grupo de jóvenes los lideraba el Primo Paternina. Por esa época, Lorica vivía un auge poblacional y comercial. Este era fluido entre Cartagena y la región Caribe.Ellos llegaron allí atraídos por el otro auge, el de las bandas de música dirigidas por José Dolores Zarante, quienes sumaron a la música que éste Maestro hacía: polkas, valses, mazurcas, danzas marchas, pasillos y danzones; ese otro gran repertorio que ellos llevaron y que habían aprendido en sus pueblos natales.
“Cuando apareció la banda de viento la brillantez de los instrumentos… desalojaron a aquellos grupos musicales de limitada interpretación melódica. El compositor pelayero debió aprender a estructurar su música popular. No abandonó los viejos aires musicales, los acogió, los arregló y, teniendo en cuenta la multiplicidad de los instrumentos de la banda, creó por así decirlo, un nuevo porro con estructura dinámica que llamó porro palitiao.
Según estas dos afirmaciones, se puede inferir sin mas anécdotas, que las primeras” tocadas” o ejecuciones instrumentales de los porros fueron hechas por los grupos de gaitas. Esa fue la transición instrumental que se dio a finales del siglo XIX y principios del XX. Ese proceso, por mucho que se diga, en artículos y revistas, o en charlas sobre el folclor pelayero, no pudo haberla hecho un guitarrista con una formación musical distinta a la que se había forjado en San Pelayo. El porro pelayero no tiene su inspiración en la guitarra, ni en los ritmos Andinos; así nos lo dice el mismo porro en su naturaleza de ser. Hecho este corroborado, hoy día, por los grandes maestros académicos y músicos especializados en la temática. Esta transición, también contó con unos grandes intérpretes y genios compositores hijos nativos de San Pelayo. Dentro de esos músicos pioneros encontramos al Primo Paternina, quien ejecutó de una manera brillante el cornetín desde la edad de los trece (13) años. El articulaba las notas , dándole un sonido correspondiente mediante el ”picado de lengua”, como lo dice José Dolores Zarante (1933) , es decir, que movía la lengua para el “ picado”, “el doble picado”, “ligar” y “tremolar”. Así mismo lo hacía el Primo con la punta de la lengua pero, con el ritmo y la melodía en la cabeza, cuando le sacaba las mejores figuras musicales al cornetín para ejecutar el porro, el fandango o cualquier otro ritmo musical que por esa época se tocaba. Eso fue aprendido por él, de sus maestros de música Miguel Coneo y Manuel Zamora, radicados en Lorica y quienes llegaron a San Pelayo en 1905 y 1906 respectivamente, por petición que un grupo de jóvenes pelayeros les habían hecho para que les organizara una banda de música; ese grupo de jóvenes los lideraba el Primo Paternina. Por esa época, Lorica vivía un auge poblacional y comercial. Este era fluido entre Cartagena y la región Caribe.Ellos llegaron allí atraídos por el otro auge, el de las bandas de música dirigidas por José Dolores Zarante, quienes sumaron a la música que éste Maestro hacía: polkas, valses, mazurcas, danzas marchas, pasillos y danzones; ese otro gran repertorio que ellos llevaron y que habían aprendido en sus pueblos natales.